La amnistía para vehículos chutos dispara la oferta en Challapata

En Challapata pareciera existir más automóviles que personas. Decenas de coches sin placas circulan por sus polvorientas calles y, con el anuncio de la amnistía por parte del Gobierno, algunas familias se alistan para traer más motorizados.

En esta región altiplánica, a una hora y media de Oruro, ya se anoticiaron de que la Asamblea Legislativa tratará el proyecto de Ley de Regularización y Saneamiento Vehicular y personas que se dedican a este comercio ilegal ya se frotan las manos.

“Acabo de llegar de Chile, traje unas tres (vagonetas Toyota) Probox que es lo que más está entrando y mi hermano tiene todavía unas 10 más en su garaje. Ahora mucha gente va a querer nacionalizarlas”, contó Wilfredo, un vendedor de vehículos.

En Challapata casi todos sus habitantes tienen un auto, desde el poseedor de una tienda hasta la vendedora de plátanos. “Yo tengo pues mi chutito joven y ahora lo voy a hacer nacionalizar”, dijo una señora de pollera cerca del mercado, en cuyo alrededor había ayer al menos unos 50 diferentes coches en venta, la mayoría de ellos sin placas.

“Hay más autos que la pasada semana. Están llegando más en estos días”, sostuvo otro vendedor de nombre Antonio, mientras mostraba un Rav4 J con el volante a la derecha cuyo costo es de $us 5.000. “Ahora si quiere se lo transformamos, pero le va a salir unos 500 dólares. ‘Biencito’ se lo vamos a hacer y no a la ‘huevada’ (sic) como lo hacen otros”, agregó una cholita cuya dentadura brillaba en oro.

Precisamente porque el comercio es ilegal no se sabe cuántos chutos entran, pero una sola familia puede tener entre 10 y 17 coches en su garaje. La tendencia es que ahora lleguen más desde Chile. En algunos domicilios, los motorizados, de dos a cuatro, están parqueados en la puerta de la casa. Otros creen que si al final el proyecto de regularización de vehículos se aprueba, más bien subirán los precios de los motorizados. “Estoy llegando de Chile y allí están militarizando los accesos. Más bien ahora todos van a querer traer autos y los chilenos lo van a hacer subir más”.

Ilegal. Una vagoneta Probox 2004 japonesa era ofrecida ayer en $us 3.400 ofertable. “Te lo doy en $us 3.200. Está barato y tu nacionalización no te va a costar más de $us 2.000”, intentaba convencer ayer un vendedor a un visitante. Muchos challapateños están en este negocio ilegal y otros abrieron talleres de chapería y transformado de coches.

En la Alcaldía de Challapata admiten la existencia de este comercio ilegal, pero señalan que poco pueden hacer ante ello. “Todos esos autos que llegan desde Chile son chatarra”, dijo el oficial mayor técnico Gregorio Titi. La autoridad añadió que ante esta virtual aprobación de la amnistía para la nacionalización de chutos muchos más traerán autos desde Iquique. “¡Uff! Los chuteros ya deben estar enterados y van a traer más. Nosotros creemos que el Gobierno debería hacer un mayor control en las fronteras”.

El COA no ingresa a Challapata

“Quienes se dedican a internar autos están tan bien organizados que basta que suene un petardo para avisar a todos que los del COA (Control Operativo Aduanero) están cerca. Además, ellos (COA) no vienen aquí a Challapata”, afirmó el oficial mayor técnico Gregorio Titi.

Se venden desde BMW hasta Nissan

Challapata es todavía un municipio agroganadero y tiene los mejores quesos del altiplano boliviano, pero su población se llena cada vez más de vehículos Mitsubishi, Nissan hasta un BMW descapotable, coches que son internados ilegalmente desde Iquique, Chile.

“Este BMW negrito está de oferta en 9.000 dólares y la nacionalización será pues unos 3.000 dolarcitos”, ofrecía sin temor ayer un vendedor que había traído “con mucho cuidado y sin parachoque desde Chile”. Este vehículo que en el mercado legal podría costar arriba de 20.000 dólares.

Otros mostraban un Nissan Terrano. “Tiene todavía algo de arena, porque lo hemos traído por el salar (no se supo si es por el de Uyuni o el de Coipasa)”. El vehículo era ofrecido en 6.000 dólares. Las ferias de coches en Challapata se realizan los fines de semana.
La Razón